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Varada 90 días en Argentina junto a mi mamá

  • Foto del escritor: ivonneparedesch
    ivonneparedesch
  • 17 jun 2020
  • 3 Min. de lectura

Quiero compartirles mi experiencia, somos energía, el mundo está cambiando y cambió, lo del covid una locura realmente que invade al mundo... pero alguien te pregunta cómo te sientes, cómo lo viviste, cómo lo vives? En mi experiencia personal estaba en medio de un cuadro bien denso, momentos duros viví en Enero 2020 al cumplir mis 33 años, y enterarme lo del cáncer de mama post mi operación y mi lucha por recuperarme para ir lo más pronto a mis seminarios del phd en Argentina, sin ganglios en la axila izquierda que ni maletas podía cargar y pues la comida más sana para poder resistir debía consumir...


El avance tecnológico de Argentina en temas de salud son muy recomendables, pude enterarme que estaba sin gota de cáncer en el cuerpo. Luego pasó lo de la pandemia y cerraron fronteras. Lamentablemente viví lejos de mi papá y mis familiares, cuando Guayaquil se transformó en un caos, producto del desplome por la crisis sanitaria y el colapso en sistema de salud. (Lo cual significa que si hubiese pasado en Ecuador no hubiese podido avanzar en mi tema oncológico).


Nadie te pregunta de la parte emocional, el levantarse en un cuarto de hotel junto a tu mamá y darle valor para la ola de familiares, amigos y conocidos que se murieron producto del covid, o enfermedades alternas, pues como el sistema de salud estaba colapsado, no atendían otros casos por otras enfermedades.


Sin lugar a dudas el miedo ha invadido el mundo, a nivel particular ese virus en mi mente no existe, el año pasado cuando sentí que me crecía un nódulo en teoría (que jamás me hubiera imaginado que era cáncer con lo que viví casi 1 año sin saberlo), busqué ayuda bioneuroemocional. Lo cual me ayudó a vencer mis miedos, seguí una serie de terapias que me ayudaron a resolver mis conflictos bioneuroemocionales, y tomar mucha medicina natural.


Quiero agradecer al producto inmunocal, bioquantum mineral, dulcavit que me ayudaron a sanar mi cuerpo y alinear mi mente, alma y espíritu, aprendí a soltar a perdonarme, aceptarme y de alguna forma a renacer.


Mi cuarentena lejos del trauma y cuadro triste por la pérdida de familiares, estar lejos de papá y sentir culpa emocional por llevar conmigo de viaje a mamá, lejos de todo eso... Pues a nivel personal fue una experiencia linda, el estar lejos ayuda a pensar, formas en tu mente una rutina diferente y seguir haciendo los oficios de trabajo gracias a la tecnología, avanzando tareas del phd, creando ciencia a través de los artículos científicos... en fin disfrutando de cada rincón, cuando eres el único inquilino en un Hotel con muchos pasillos y salones por recorrer, los cuales fueron 60 días de aventura...


Enterarnos de que cerraban fronteras hasta Septiembre en Argentina, nos hizo mudarnos a un departamento monoambiente donde se vivió un aire de hogar, volver a probar la comida de tu país no tiene precio.


Siempre estuvimos en contacto con la embajada y consulado del Ecuador en Argentina, los vuelos "humanitarios" no son muy humanitarios que digamos... siempre esperamos que nos garanticen nuestra salud y nuestras vidas... Se activó un vuelo charter, con una serie de papeleos y trámites donde debes saber utilizar la tecnología sino te quedas del avión y es contra reloj... Gracias a cada uno de los amigos que apoyaron en gestionar el conseguir el remise que te traslade de manera segura de Rosario a Buenos Aires y seguir todo el protocolo en aeropuertos, en donde en algunos momentos respetaban normas de bioseguridad en otros casos no... y cuando llegas al país sólo piensas en ir a casa lamentablemente el proceso duró como 2 horas...


Los protocolos: bandeja sanitaria para los zapatos al subir y bajar del avión, toma de temperatura, entrega de documentos al ministerio de Turismo, Cancillería, Ministerio de Salud y prueba rápida de Covid, Migración, área de maletas, Aduana y Policía Nacional quien te inspecciona el salvoconducto de traslado a tu domicilio, por formar parte del grupo prioritario de riesgo.


Y cuando llegas al fin a casa, cumplir las normas de bioseguridad en el hogar... te desinfectas y luego al fin ese abrazo con mi papá que jamás lo voy a olvidar, nada se iguala al amor de familia y es que en la mía sólo somos 3...


Agradezco hasta el día de hoy el estar saludable, en unión familiar y de vuelta a la rutina laboral y dando mi testimonio de vida de cómo vencer las enfermedades, los miedos y ganarle un sí a la vida, ya llegarán los días en donde podamos tomarnos un respiro...


La noticia la publiqué en un diario un poco más formal, les dejo el link:


by Ivonia Erzebeth Walls


 
 
 

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